La interacción entre humanos y robots inteligentes ha sido una fuente de fascinación y especulación durante gran parte del último siglo. El cine, con su capacidad para visualizar y dramatizar ideas abstractas, ha sido un medio fundamental para explorar esta relación compleja y en evolución. Desde sus primeras incursiones en el género de la ciencia ficción, el cine ha planteado preguntas provocadoras sobre la naturaleza de la conciencia, la identidad y la ética en un mundo poblado tanto por seres humanos como por máquinas inteligentes. La idea de crear vida artificial, de alcanzar una especie de divinidad tecnológica, ha sido