11 años de trabajo. 185 patentes. 2.000 personas implicadas en el proceso. Fichajes millonarios venidos de marcas tan prestigiosas como Lamborghini, Mercedes-Benz, Ford, Crysler, Porsche, BMW y Tesla, de donde llegaron a rescatar a más de 50 ingeniero, bajo la promesa de bonos de contratación de 250.000 dólares y notables aumentos salariales. Hasta llamaron a la NASA. Unas instalaciones secretas en Sunnyvale y una inversión estimada en 10.000 millones, aunque hay segundas estimaciones que hasta doblan esta cifra. Estamos hablando de Project Titan, el nombre en clave del Apple Car.
¿Qué narices pasó? ¿Por qué Xiaomi pudo hacer realidad su SU7 y ahora su YU7 pero a Apple se le atascó su proyecto más ambicioso y prometedor? Estos días he estado leyendo un libro: 'Tim Cook: el genio que llevó a Apple al siguiente nivel'. Y en él se cuenta una historia que hasta ahora no había trascendido, de la que solo teníamos retazos, partes de un puzle incompleto.
Durante una década, el Apple Car fue el secreto peor guardado en Cupertino. En 2016 ya se hablaba de este proyecto. Esta revolución sobre ruedas se estrelló con saboteos, plazos eternizados y alguna que otra mentira. Steve Jobs llegó a decir en 2008 que estaba fascinado con Tesla, y Titán encarnaba la audacia de una compañía dispuesta hacer con la industria automotriz lo mismo que con la móvil. Esto es todo lo que se sabe ahora.
Tim Cook: The Genius Who …