Alien es la saga definitiva de horror y ciencia ficción. La primera entrega, Alien: El octavo pasajero, estrenada en 1979, introdujo a una criatura salida de la imaginación de H.R. Giger que habría de redefinir el miedo a lo desconocido.
Los aportes de Alien al imaginario pop están bien documentados, pero hay un aspecto que se suele pasar por alto, hallable en lecturas entre líneas y no necesariamente en la premisa como tal: el discurso sobre la maternidad.

Porque sí, Alien es la saga definitiva sobre maternidad, la franquicia ideal para todas las mamás, y te vamos a mostrar en tres puntos por qué.

1. La primera Alien (1979) es una metáfora sobre la primera experiencia de embarazo, con todos los miedos circunstanciales que implica.
Kane, el tripulante de la nave Nostromo que es fecundado por el organismo extraterrestre, “da a luz” a un ser que nunca supo que tenía en su interior y que termina por destrozarlo para nacer.
Más allá de ser un “embarazo” que Kane nunca quiso, se trata de uno del que nunca se enteró, producto, además, de una “violación”.

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2. Aliens: El regreso (1986) es una metáfora sobre instinto maternal y reivindicación de la figura materna.
Después de la primera Alien, Ripley permanece en estasis en el espacio durante 57 años. Cuando la encuentran, le informan que su hija llegó a la vejez y murió. Por ello, cuando conoce a la pequeña Newt, su primera reacción es de protección. …