Era el fin de semana. Un día corriente. En medio de una pandemia, todo es como en el día de la marmota. Rutina y rutina. Aplausos a las ocho de la tarde y mucho internet. Entonces, en la aplicación de chat WhatsApp, la más popular del mundo, empieza a circular un vídeo extraño en el que se aprecia un posible engaño en el perfil institucional del Ministerio de Sanidad en Facebook. Tras analizarlo detenidamente, se descubre el pastel: una red de cuentas falsas elogian la gestión del Gobierno en algunos vídeos. Se desconoce el alcance total, el dinero invertido y es difícil atribuir la autoría. Tampoco existen evidencias que apuntan al Gobierno de estar detrás, aunque ha defendido su inocencia alegando un «uso fraudulento». Casualidad, chapuza o «trolleada».
Expertos consultados por ABC insisten en las teorías existentes para explicar la presencia de cuentas falsas. Una de ellas, es que estas redes de «bots» hayan nacido dentro del propio Ejecutivo para viralizar contenidos multimedia de cara a alcanzar una mayor cantidad de usuarios. El algoritmo de Facebook premia el número de interacciones para darle más relevancia a una publicación en su muro de actualizaciones («News Feed»). Sin embargo, esta teoría se desvanece asumiendo que esta red social penaliza cada vez más los cuentas «fake» que empujan la viralidad de los mensajes. Según destacan expertos en marketing digital, aquellos usuarios que no cuentan con la relevancia adecuada apenas tiene impacto en la propagación de los mensajes. Para saltarse estas restricciones, que …