Todos hemos soñado alguna vez con encontrar un tesoro que nos haga inmensamente ricos, y ese sueño casi se volvió realidad para John Deason y Richard Oates, dos mineros australianos que, en 1869, encontraron la pepita de oro más grande del mundo, la cual pesaba aproximadamente lo mismo que un hombre adulto promedio.
En aquel entonces, la pareja de trabajadores vendió su hallazgo por el equivalente a 12,000 euros actuales (alrededor de 250,000 pesos). Aunque en esos años aquella era una gran suma, hoy en día su descubrimiento valdría millones.
Esta historia tiene lugar hace más de 150 años, durante la llamada Fiebre del Oro, en Victoria, un estado al sur de Australia. Allí llegaron los mineros en busca de un tesoro que los volviera ricos de la noche a la mañana. Al igual que sus compañeros, Deason y Oates tuvieron que enfrentarse a las duras condiciones que implicaba su trabajo, pero el esfuerzo de la pareja dio frutos cuando desenterraron una enorme pepita de oro de 72 kilogramos de peso y 61 centímetros de largo, a la cual bautizaron como Welcome Stranger (“Bienvenido, extranjero”).
Los afortunados mineros llevaron la enorme masa de oro sólido al London Chartered Bank, ubicado en la ciudad de Dunolly, para que fuera pesada. Debido a su enorme tamaño, la pepita tuvo que ser rota en pedazos para llevar a cabo esta tarea.
Por su hallazgo, Deason y Oates recibieron 10,000 libras esterlinas (unos 12,000 euros o …