En España se está creando el caldo de cultivo perfecto para que antes o después aparezca una versión patria de Donald Trump.
El FMI, a través de su misión en España encabezada por Andrea Schaechter, ha hecho una estimación de cómo será la España post-Rajoy en 2021. Para entonces, el Partido Popular habrá acabado su segunda legislatura (si no terminase antes), y Rajoy tendría 66 años. Presumiblemente, ya estaría fuera de la primera línea de la política. Según este informe, el PIB estará en unos 1,3 billones de euros a un ritmo de crecimiento del 1,7%, la mitad del ritmo actual.
El 19% de paro se habrá convertido en un 15,3%, bajada sensible pero aún lejos del 8% de los locos años pre-crisis, y todavía más lejos de las condiciones laborales de entonces. El propio FMI sigue repitiendo que su recomendación es el contrato único con un despido abaratado. Tampoco hay rastro de un plan a largo plazo para el empleo que sortee al sector terciario: la industria y la investigación seguirán en standby. La próxima década comenzará con unas deudas pública y privada que combinadas supondrán el 293% del PIB. Y la necesidad de colocar 200.000 millones anuales de deuda sin unos argumentos demasiado sólidos para convencer al mundo de que España ya se parece más a Japón que a Grecia.
Resultado: la crisis ya habrá sido superada, pero porque dejarla atrás no implicará volver al estadio anterior, sino asentarnos en un nuevo modelo de mercado laboral con deuda eterna. Conoceremos lo …