Steve Jobs nunca fue un jefe cualquiera. Su obsesión por el detalle, su exigencia implacable y su curiosidad sin límites han sido ampliamente documentadas tanto dentro como fuera de Apple. Pero hay un aspecto particular de su forma de ser que sigue dando que hablar: los almuerzos en la oficina.
Lo que para muchos empleados debería ser un momento de desconexión, para quienes trabajaban con Jobs podía convertirse en una experiencia llena de tensión. David Black, exingeniero de Apple, lo dejó claro: "Nadie quería sentarse a la mesa con él". Porque podía desmontar tu día con una sola pregunta.
Y entonces Steve Jobs te preguntaba: ¿en qué estás trabajando hoy?
Según David, el hecho de intentar evitar comer con él no era por falta de respeto. De hecho, Jobs solía invitar siempre a las comidas. Pero sus preguntas mientras estabas masticando el sándwich eran demasiado comprometedoras para muchos empleados. "¿En qué estás trabajando hoy?". La presión de responder algo que te hiciera quedar bien era tan grande que muchos preferían evitar el contacto.
Un antiguo becario del área de garantía de calidad recordó un momento especialmente estresante: "¿Por qué vas hacia abajo? Deberías estar subiendo a trabajar", le dijo Jobs al cruzárselo en un pasillo. Aunque lo dijo en tono de broma, el joven se quedó pálido. Y es que, cuando te cruzabas con Jobs, no sabías si estaba bromeando o realmente iba en serio.
Cuenta una anécdota que un agente de …