Caracterizados por ser una descomunal obra arquitectónica, los rascacielos plasman la modernización y el crecimiento de los paisajes urbanos. Pero si hablamos de los avances tecnológicos aplicados en dichas edificaciones, debemos voltear a ver lo planteado por Energy Vault y Skidmore, Owings & Merrill (SOM). Juntas, las firmas buscarán transformar las torres de viviendas y comercios de 1,000 metros de altura en enormes baterías capaces de almacenar energía.
Al unir fuerzas, las compañías buscan cumplir con un objetivo ambicioso: desarrollar "edificios sostenibles" que puedan eliminar su huella de carbono en un tiempo récord. Específicamente, se refieren a compensar las emisiones de CO2 en un breve período de tres a cuatro años, e incluso, cubrir el suministro de edificios cercanos.
Pero antes que nada, ¿quién es quién dentro del proyecto? En primer lugar tenemos a SOM, una reconocida firma de arquitectura con sede en Estados Unidos que, durante sus casi noventa años de trayectoria, ha estado involucrada en proyectos emblemáticos como el Burj Khalifa, el One World Trade Center y el Aeropuerto Internacional Newark Liberty.
Por el otro lado, Energy Vault destaca por su labor a través del uso de baterías de gravedad, grandes estructuras de almacenamiento de energía que aprovechan la gravedad y la energía cinética mediante un sistema de pesos automatizados, cables y turbinas que producen electricidad cuando es necesario.
Aunque parezca una propuesta sorprendente y compleja, es sencilla de entender: ambas compañías sugieren crear una "torre de superestructura" que integre …