Una nueva campaña de vishing está en marcha en España, y apunta contra los más vulnerables a esta clase de estafas: las personas mayores. Y lo hacen, como es normal con esta técnica, suplantando vía telefónica a una entidad bancaria.
De hecho, dejar de lado los SMS y e-mails en favor del teléfono favorece que sean capaces de llegar a este tipo de víctimas. Además, los 'locutores' no muestran acento extranjero alguno, aspecto que suele vincularse a los timos telefónicos.
Sumémosle a eso llamadas personalizadas, gracias a contar previamente con información personal sobre los receptores de las mismas, y tendremos entre manos una estafa creíble y, por ello, terriblemente efectiva.
Un ejemplo de esto es su conocimiento de la ubicación geográfica de la víctima, pues se hacen pasar por Abanca, una entidad con una alta cuota de clientes en la zona de residencia de una de las víctimas de la estafa.
Así se lleva a cabo la estafa
Las llamadas se realizan desde al menos dos números de teléfono móviles originarios de España (671387153 y 647043394), lo que inicialmente evita que las alarmas se disparen en un momento en el que nos llegan tantas llamadas sospechosas procedentes de países exóticos.
El modus operandi es sencillo: los ciberdelincuentes, haciéndose pasar por empleados de nuestro banco, afirman que ha habido cargos sospechosos (valorados en varios cientos de euros) en la tarjeta bancaria de la víctima y solicitan su confirmación desde un supuesto 'Centro de seguridad' de la entidad financiera.
…