Los gigantes también caen. Y si no que se lo digan a BlackBerry, empresa mítica de la telefonía móvil -ah, esos teclados físicos- que poco a poco vio como le iban arrancando uno tras otro los cetros que ostentaba.
Primero fueron sus móviles, hoy casi desaparecidos irrelevantes, y luego la aplicación que pudo serlo todo y desaparece en la nada. BlackBerry Messenger (BBM) fue el WhatsApp, el Messenger y el WeChat de su tiempo, pero la empresa jamás logró entender que tenía un filón en sus manos.
De tenerlo todo a no tener nada
Puede que algunos lo recordéis porque no hace tanto de aquello. BlackBerry ya empezaba notarse arrinconada por aquella disrupción llamada iPhone, así que de repente su público objetivo cambió. BlackBerry dejó de ser la marca de los ejecutivos y se convirtió en la marca de los jóvenes.
La razón no era otra que BlackBerry Messenger, que proporcionaba a sus usuarios parte de lo que hoy proporcionan las aplicaciones de mensajería más extendidas: una solución de mensajería eficiente y que además te libraba de la condena de los SMS.
En Xataka Móvil
Los últimos de Blackberry: la historia de los que se aferran a un sistema operativo condenado a desaparecer
Aquello era prodigioso y fueron los jóvenes los que mejor lo entendieron. BlackBerry Messenger se convirtió entonces en esa joya por descubrir, una que era excusa suficiente para comprar un …