Una imagen vale más que mil palabras, pero en los tiempos de internet y las redes sociales también algunos fajos de billetes. Y si no que se lo digan a Instagram, que ha pasado de ser una mera red de fotografía a ser foco de atención en campañas de publicidad. Personas famosas, celebridades y usuarios considerados «influencers» han encontrado un filón (económico) en los últimos años para obtener dádivas y pago en especies por el simple hecho de dar a conocer entre sus miles de seguidores un producto a través de sus perfiles, aunque gran parte de las ocasiones el usuario receptor del mensaje desconoce que se trata de un contenido patrocinado. Esa actividad, sin embargo, puede tener los días contados.
Se sabe que celebridades que suman numerosos seguidores han llegado a acuerdos para hablar de ropa, comida y otros artículos, aunque no está claro cuántos lo hacen ni el caché que reciben. Los llamados «influencers» o personalidades influyentes han sabido sacar provecho (económico) de YouTube, Facebook, Twitter o Instagram para fines lucrativos. Es cierto, pero ésta última, ante la presión social, ha decidido solicitar la colaboración de estos usuarios para informar a los seguidores de un contenido pagado dado que las promociones de productos se han vuelto más habituales. El servicio digital quiere, con ello, que quede manifiestamente claro.
En los próximos meses, según ha confirmado la plataforma a través de un comunicado, lanzará una opción llamada «Paid partnership with» por la cual se informará en los mensajes e …