Siempre que queremos pagar algo con el iPhone en un comercio físico, tenemos que recurrir a Apple Pay. Y es que este sistema de pagos presentado en 2016 se ha convertido en todo un estándar. De hecho, yo ya pago todo con mi Apple Watch. Hace meses que no uso efectivo y la mayoría de las veces salgo de mi casa sin la cartera.
Pagar con Apple Pay tiene numerosas ventajas. La principal es que no hace falta introducir ningún PIN, sea cual sea la cantidad de dinero que estés gastando. Después, la privacidad, ya que genera un número independiente que no se asocia a la tarjeta original. Y, por último, la integración con el ecosistema y la facilidad de uso.
Apple decide abrir el chip NFC y no será necesario pasar por la app Wallet ni Apple Pay
¿Y si la aplicación Wallet es tan buena, por qué Apple va a abrirla a terceros? Tras casi diez años teniendo "el monopolio" de Apple Pay, hay bancos que todavía no lo utilizan y, sobre todo, otro tipo de tarjetas como las de transporte público o llaves del coche.
Apple tiene soluciones para todo ello. Por ejemplo, los BMW sí que se pueden abrir con Wallet y su llave digital CarKey. Hay ciudades como Nueva York, Londres, París o Tokio que tienen sus sistemas de transporte público integrados. Sin embargo, la realidad es que, quitando esos casos aislados, muchos de nosotros solo lo …