Aunque muchos no lo acepten, los Airpods vinieron a sacudir el mundo de los audífonos inalámbricos. Y lo hicieron sobresaliendo en aspectos básicos, como la estabilidad de la conexión inalámbrica o la autonomía, consolidándose así como unas de las mejores opciones de este mercado.
Han pasado unos meses desde que se presentaron los nuevos AirPods, una segunda generación que tenía la difícil tarea de superar la vara tan alta que nos habían dejado sus antecesores. Ante ello Apple decidió ir por el camino más sencillo: si algo funciona déjalo como está, solo implementa funcionalidades adicionales para que sea más fácil usarlos y, por supuesto, sube su precio.
He pasado unas semanas usando los AirPods de segunda generación, así que aquí unos comentarios de la que supone ser una de las más esperadas renovaciones del amplio catálogo de Apple.
Diseño: son unos Airpods
Estos nuevos AirPods son prácticamente idénticos a los de primera generación. De hecho si los sacamos del estuche y los comparamos lado a lado será imposible distinguir unos de otros. Algo malo, y bueno a la vez.
Digo que es bueno porque el diseño se ha convertido en uno de sus grandes distintivos: con orificios que emiten el sonido directo a nuestro oído y una "patita" que sirve para albergar su batería. Son de tipo in-ear, pero sin cancelación de ruido pasiva. Vamos, son idénticos a los EarPods que vienen en todos los iPhone desde 2012.
Si siguen dudando sobre si los sentirán …