A la hora de escoger un monitor externo para nuestro Mac tenemos multitud de opciones. Opciones de tamaño, de profundidad, de diseño… muchos factores a tener en cuenta para poder hacernos con el monitor más apropiado para nuestro ordenador. Añadamos uno más, uno clave: los puntos por pulgada de la imagen.
Retina o no retina, pero sin entremedios
En Bjango.com han elaborado una interesante lista comparativa de las mejores pantallas externas para nuestros Mac con una sola idea en mente, los puntos por pulgada. Esta es una medida clave, pues el Mac está pensado para trabajar con una densidad de píxeles de unos 218 PPI, la del Studio Display, sin ir más lejos. Si el PPI de la pantalla es mayor, el texto y la interfaz del Mac se verán más pequeños, si es menor se verán más grandes. Alejarse notablemente de los 218 PPI representa trabajar con tamaños realmente incómodos.
Eso es así siempre que estemos hablando de ejecutar macOS sin escalar la pantalla. Esta es una opción que nos permite pasar la señal de la pantalla a un buffer virtual de un tamaño diferente al de la pantalla que escala esta señal para que encaje. Según la densidad de píxeles, este escalado puede crear distorsiones en la imagen, como puede ser el ver borrosa la imagen, efectos de shimmering al hacer scroll, patrones de moiré y más.
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