Hay un alarido que todos hemos escuchado en montones de películas, quizá sin ser conscientes de que era el mismo: se trata del llamado grito de Wilhelm.
El reciclaje no siempre es positivo. Está bien separar nuestros desperdicios para depositarlos en su correspondiente contenedor de basura para que puedan ser reciclados y reutilizados, pero no ocurre lo mismo en el cine. Sabemos que, en la secuencia de los créditos de Blade Runner (1982), Ridley Scott utilizó tomas que Stanley Kubrick había desechado de las horas que rodó en helicóptero para The Shining (1980), por ejemplo, lo que es como si un escritor incluyera párrafos desdeñados por otro en una obra propia, aunque sea con su permiso: la autoría se diluye con ese parcheado; pese a que en el caso del mercenario Scott tampoco supone un problema muy relevante.
Sin embargo, hay reutilizaciones minúsculas que resultan de lo más simpáticas y se convierten en toda una curiosidad del cine, como las marcas ficticias o incluso los mismos sonidos que aparecen en diversas películas y series de televisión, marcas como el tabaco Morley y sonidos como el grito de Wilhelm, y es precisamente de este último del que os quiero hablar en los siguientes párrafos.
El alarido de un soldado herido
Fue el diseñador de sonido Ben Burtt quien se fijó en la existencia de este grito, de alguien que sufre un horrible sobresalto, en el archivo de la Warner Bros., al que bautizó como Ptv. Wilhelm porque era el nombre del recluta, con la cara …