Yo, siendo una amante de las montañas, la naturaleza, las aldeas y la vida tranquila, soy una profunda enamorada de la Ciudad de México... una de las mayores urbes del mundo. Cuando me surgió la oportunidad de ir a vivir a la capital mexicana en el año 2014 lo rechacé. Tenía muy buenas amistades en la ciudad y había escuchado cosas muy bonitas del lugar pero yo decía: ¡cómo voy a poder vivir en una ciudad tan grande!
En 2016 acabé sucumbiendo. Tenía la oportunidad de ir. Ni siquiera la obligación de quedarme en la ciudad, sino que podía moverme de un lugar a otro del país, pasando a veces por la capital. Pero me encantó tanto, tantísimo, que acabé pasando allí una temporada. Y acabé volviendo otros seis meses más adelante. Y otros seis más en 2021, época de postpandemia, en la que la mayoría de mis amistades ya teletrabajaban, entre ellas y ellos mis "roomis" o compañeros de departamento. En ese año, nuestro salón pasó a ser una oficina de varias personas realizando sus tareas cada quien para una entidad diferente.
En Genbeta
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Amo la Ciudad de México, pero soy muy consciente de que mi capacidad de amar esa urbe es, en gran parte, porque siempre teletrabajé viviendo en la ciudad. Como …