La nueva consola de Nintendo aúna en un mismo dispositivo portátil y sobremesa, y también uno de los mejores conceptos que se recuerdan en la historia reciente del videojuego.Hace tiempo que Nintendo va por libre. La competencia en consolas de sobremesa está más o menos copada con Sony y Microsoft, y una tercera de la discordia, a estas alturas de la película, saldría perdiendo. No obstante, Nintendo tiene mucho a su favor. Si preguntamos, la mayoría de los jugadores que rondan hoy en día los 30-35 años dieron sus primeros pinitos con una Nintendo en el salón e hicieron lo propio con una Nintendo portátil.
Las aportaciones de la japonesa al mundo del videojuego son, por tanto, inconmensurables. No solo ha cambiado en varias ocasiones el mercado del videojuego de forma disruptiva, sino que sus IPs son, además, las más reconocibles de la historia de los videojuegos. No hay ningún icono en el mundo como Mario, y pocos como Link. Por ello, Nintendo no necesita ir a rebufo del mercado, de la competencia, sino abrir su propio mercado. Y su propia competencia.
Cuando las cosas empezaron a ir a contracorriente, cuando parecía que Xbox 360 y PS3 iban a ser el estándar del mercado, Nintendo se sacó de la manga la Wii, un cambio disruptivo en la forma de jugar en el salón que se ganó el aplauso de las familias y abrió el videojuego a un sector de la población que, por circunstancia del catálogo y del sistema, estaban …