FiiO factura productos de una calidad superior, a pesar de lo que a veces sugieran sus precios. Esto es algo que ya he podido comprobar con anterioridad, ya que no es la primera vez que cae en mis manos uno de sus productos. El primero de ellos fue el FiiO R7, un streamer (un dispositivo que permite reproducir música desde servicios de streaming y enviarlo a unos altavoces) y DAC (conversor digital-analógico; transofrma la señal de unos y ceros en impulsos eléctricos y la enriquec) que me dejó muy sorprendido por sus capacidades y su versatilidad.Poco tiempo después pude ponerme manos a la obra con el FiiO M15s, un reproductor portátil con Android que también permitía usarlo como DAC y como streamer de dimensiones más reducidas. No era tan prolijo en opciones de salida como el R7, pero seguía siendo una maravilla de aparato que, a pesar de su precio elevado, podía recomendar a cualquiera.Un tiempo después analicé el FiiO K19, un DAC dedicado de gama alta que hacía magia al colocarlo entre un ordenador y unos altavoces o unos cascos. Igual de versátil en cuanto a salidas que el R7, el K19 ofrece a los oídos más exigentes una forma totalmente distinta de disfrutar de la música digital, entre otras cosas. Sin duda fue una experiencia enriquecedora.El K19, dicho sea de paso, no es una opción al alcance de todos los bolsillos. Por eso mismo, y sabiendo el buen hacer habitual del fabricante chino, quise probar este FiiO K11 …