Puede que Steve Jobs, el cerebro tras el proyecto del Campus 2 de Apple que ahora mismo está en su última fase de obras, ya no esté. Pero su atención casi fanática por absolutamente todos los detalles que tienen que adornar el complejo sigue en la compañía, y un nuevo informe de Reuters lo corrobora.
En el artículo, la fuente detalla algunos de los obstáculos por los que las obras del Campus 2 se han podido retrasar unos meses. Desde Apple se ha exigido que todo esté perfecto, al milímetro. Se han celebrado reuniones con las empresas constructoras sólo para dejar claro cómo tienen que ser los acabados de los extremos de las tuberías.
La "firma" de Apple: pedir lo imposible y hacerlo posible
Los que han hablado con Reuters son trabajadores presentes y pasados de las obras (recordemos que Apple cambió de empresa a medio proceso de construcción), que han preferido mantenerse en el anonimato para que no reciban sanciones. Para la compañía de la manzana el nuevo complejo es un producto más, como el iPhone o el iPad, y lo han tratado como tal.
"Imaginad cómo es construir todo un edificio con el nivel de atención con el que diseñas un smartphone"
Algunas de las exigencias que Apple puso sobre la mesa desde el principio del proyecto ya son bastante características de su filosofía: nada de cañerías ni rejillas de ventilación por ninguna parte. Para los obreros, en las discusiones Apple parecía incluso ignorar que algunas cosas …