Un mundo hiperconectado depende más que nunca de un suministro eléctrico constante. El reciente apagón en España y Portugal despierta una pregunta inquietante: ¿estamos preparados para vivir sin energía en pleno siglo XXI? Analizamos los riesgos ocultos, las consecuencias inmediatas y qué tan frágil es nuestra infraestructura moderna.