Microsoft invirtiendo una fortuna en la tecnología de ChatGPT. Google fabricando su propia versión desde LaMDA. Y Perplexity AI tomando el camino de en medio, lanzando en modo beta un buscador que, en esencia, es como conectar a internet al popular chatbot de Open IA a través de internet. ¿El resultado? Una bomba de relojería capaz de devorar la información de la web para arrojar búsquedas precisas en tiempo récord.
Perplejos ante un futuro revolucionario
A ChatGPT podemos preguntarle casi cualquier cosa como, por ejemplo, cuál será el futuro de Apple. Sin embargo, cuenta con un hándicap que limita su capacidad de acción: su base de datos no se actualiza, está anclada en el verano de 2021. Eso significa que sus respuestas pueden modular y mejorar pero siempre dispondrá de la misma información con la que operar.
Y claro, este escollo es el siguiente paso a superar. Controlar la cantidad de información recibida es también una forma de acotar la sintaxis, las variabilidad de respuestas y el propio contenido de las mismas, evitando ciertos sesgos. Es decir, ChatGPT es tan eficiente en parte por su buen comportamiento manejando varios hilos de comunicación. Pero claro, de poder acceder a la actualidad diaria, ChatGPU sería mucho más eficiente.
Perplexity apela a esta necesidad. Una que obtiene los datos de fuentes originales y enlaza a ellas, uno de los requisitos fundamentales para evitar tanto la desinformación como la propia omisión/cargo de responsabilidad. Pero es en …