Pocas veces los apasionados de la tecnología nos paramos a pensar en las compañías que realizan nuestros productos favoritos. En el caso de Apple, solíamos creer que Steve Jobs supervisaba con enorme obsesión el diseño, desarrollo y producción de los dispositivos de la manzana mordida. Y era cierto.Pero lo que pasamos por alto una vez tras otra, es que su visión iba mucho más allá. Steve Jobs estaba obsesionado con construir una empresa que resistiera el paso del tiempo. Una forma de enfrentarse a los problemas y de resolverlos de una manera muy especial. La presentación del Apple Park, el nuevo campus de la compañía de Cupertino, es la consolidación de su legado.
¿Por qué preocuparse por un edificio?
La mayoría de empresas no diseñan ni construyen sus propias oficinas. Se acomodan a las que ya están construidas o están en ello. Las que sí intervienen en su diseño, como Google, no involucran en exceso a sus directivos más relevantes. Pero para Steve Jobs y Jony Ive no es algo que se pueda dejar al azar.
Los empleados pasan centenares de horas al año en las instalaciones de una empresa. Personas que son un verdadero activo para compañías como Apple, pues son los encargados de hacer que los productos brillen. La cantidad de tiempo pasado en una oficina también da pie a encuentros casuales con otros empleados de diferentes departamentos. Instantes que pueden dar lugar a ideas geniales.
Jobs deploraba las granjas de cubículos tan predominantes de finales …