Con todo el avance de la tecnología que tenemos actualmente, el problema deja de ser tanto la innovación como la capacidad de producir. Y es que uno de lo mayores problemas de Apple suele ser lidiar con los proveedores y ensambladores para que estos consigan hacer la demanda de iPhone u otros productos que Apple pide. En ocasiones cuesta simplemente porque la demanda es mucho mayor de lo que puede dar de si una fábrica, en otras ocasiones se debe a que ni siquiera hay tantos componentes en el mundo.
Esto último es lo que parece ser que está ocurriendo con la pantalla del próximo iPhone, tal y como se ha comentado en más de una ocasión, las pantallas OLED son escasas, y Apple ha entrado de golpe con el iPhone 8 en la demanda de estas pantallas. Actualmente aproximadamente el 95% de la producción mundial de pantallas OLED es de Samsung, por eso mismo es el principal proveedor de Apple para el iPhone 8. Sin embargo, se espera que esto cambie de cara al año que viene.
Tal y como indica Ming-Chi Kuo, Apple podría invertir 2.700 millones de dólares en LG Display para que estos aumentaran su capacidad de producción de pantallas OLED. Estos cambios se verían efectivos en 2018 y 2019, siendo para entonces LG Display uno de los principales proveedores junto a Samsung. Depender casi en exclusiva de Samsung tiene sus desventajas para Apple: la primera de todas es no poder negociar los precios ya que …