Entre el año 0 y 500 DC en Colima se encontraba un gran panteón prehispánico perteneciente a la fase Comala, ese panteón ha sido re-descubierto en días pasados por especialistas del INAH quienes en una tumba de tiro han encontrado los restos óseos de por lo menos 12 individuos del sexo masculino, la antigüedad de estos esqueletos es de aproximadamente mil 700 años.
Las remodelaciones y mejoras en los antiguos cascos de las ciudades han dado lugar a estos descubrimientos, en esta ocasión la remodelación de la Iglesia Adventista del Séptimo día fue la causante de que se encontrara bajo una plancha de concreto y a 84 centímetros de la superficie, un hueco de unos 50 centímetros de diámetro que en su tiempo fue sellado con piedras, huesos y artefactos de molienda, esto durante la época prehispánica.
Esta tumba de tiro pronto se convirtió por los hallazgos en un osario, ya que sus dimensiones de 1.6 metros de norte a sur y 2 metros de este a oeste permitieron encontrar un montón de huesos que no conservaban ningún orden, imagínate que hallaron una pila con doce cráneos y otros huesos puestos unos sobre otros, al respecto la antropóloga Rosa María Flores Ramírez comenta que algunos de los individuos tenían deformación craneana, complexión grácil y alteraciones de salud sobre todo en los dientes, además de una que otra fractura que soldó mal.
Dentro de la tumba se encontraron entierros en tres niveles, en el segundo junto con un par de …