Hay una máxima común cuando se habla de Apple: las Apple Store son algunos de los puntos de venta más rentables por metro cuadrado del planeta. Pero las tiendas de Apple, antes de ser templos, museos y centros de congregación para los más fanáticos, fueron simples rincones de electrónica, placas desnudas y cajas llenas de fusibles y otros recambios.
La historia de la primera Apple Store es incluso más curiosa y tiene a un actor clave, Paul Terrell —y hablando de actores, en la película biográfica 'Jobs', Terrell fue interpretado por el ya fallecido Brad William Henke—. Gracias a este hombre, su olfato para los negocios y su visión expansiva, Apple se transformó en un pequeño gigante en cuestión de meses. A él le deben, como mínimo, el reconocimiento de haber alcanzado sus primeros hitos comerciales.
La primera Apple Store antes de la primera Apple Store
Paul era un hombre inquieto y lleno de ideas, solo le faltaba una cosa: dinero, mucho dinero para hacer realidad sus ideas. Y Paul había hecho las cosas bien con RadioShack. Un acuerdo exclusivo le permitía vender las Altair 8800 de Micro Instrumentation and Telemetry Systems (MITS). Hablamos de un equipo que inspiró a una generación entera. Sin embargo, cuando MITS se enteró de que Terrell estaba almacenando otros productos de la competencia le retiró la concesión, lo que implicó perder un flujo constante de ganancias y la necesidad de encontrar un sustituto.
Pasaron unas …