Una gestión eficiente de las ventanas en nuestro Mac es fundamental para poder trabajar de forma productiva y cómoda. El Mac, por su naturaleza, se distingue claramente del iPad, y ya no digamos del iPhone, en el flujo de trabajo que nos ofrece, y poder gestionar adecuadamente la información que tenemos en pantalla en todo momento es algo tan primordial como personal. Permitidme que os cuente mi experiencia.
¿Lo que a mí me funciona? La forma más sencilla
Desde mi primer Mac siempre he usado un MacBook Pro. Diferentes modelos, cada vez mejores, pero siempre un portátil. Nunca he trabajado, de forma regular, con pantallas externas, motivo de más para escoger siempre 15 pulgadas hasta que Apple ha dado el salto a las 16 pulgadas del MacBook Pro M1 Pro que estoy usando actualmente.
Creo que es un contexto importante, pues diferentes configuraciones requieren diferentes tamaños de pantalla, diferentes organizaciones, pero a mí siempre me ha gustado saber que puedo cerrar la tapa de mi Mac, llevármelo y que esté donde esté tendré exactamente lo mismo que tengo en casa.
Dicho esto voy a ir directamente al asunto que nos ocupa: ¿Cómo gestiono el tamaño y posición de las ventanas? De la forma más fácil posible. Las abro cuando las necesito e inmediatamente después las cierro. Son muy pocas las ventanas que suelo tener abiertas, principalmente Safari.
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Stage Manager en macOS Ventura.