En Semana Santa, tuve la oportunidad de visitar algunas playas del Caribe Mexicano y toparme con que había una invasión (no una invasión extraterrestre, ni siquiera una invasión de turistas) de algas marinas mejor conocidas como sargazo. Curiosamente, en algunas de las playas que visité, las algas ya en franco proceso de descomposición daban un aroma bastante peculiar y desagradable a la zona costera. Estas algas se originan en el mar de los sargazos, un área del océano atlántico donde las corrientes marinas y la temperatura del océano propicia la aparición de verdaderos bosques de algas, que han sido un lugar privilegiado para actividades como la navegación a vela y que se extiende en una superficie aproximada (aunque cambiante) de 3.5 millones de kilómetros cuadrados. Foto: Palco Quintanarroense El problema del sargazo El sargazo ha existido desde siempre, pero debido a razones hasta ahora inexplicables, se desprendió de su lugar habitual en una cantidad excesiva, misma que al llegar a las costas caribeñas, provocó algunos estropicios, entre los que podemos contar: viviendas evacuadas por el olor a descomposición, peces y tortugas enredados en las algas que perecieron, agregando al olor de materia orgánica descompuesta, vacaciones que quedaron marcadas por el olor y la presencia del sargazo en las playas, mucha gente decepcionada por no poder ver el blanco de la arena característica del Caribe Mexicano al encontrar las playas tapizadas de algas color café. Foto: Grupo Sipse La afectación al turismo La industria turística en México es una de …