Punto para Samsung.
Lo hemos vivido todos, ¿verdad? Compramos un flamante televisor nuevo, procedemos a colocarlo en nuestro salón, y antes o después empieza a parecer cada vez más imposible disimular el cable (en el mejor de los casos) o los cables (en cuanto tenemos ambiciones multimedia) que sobresale por un lado u otro. Algunas soluciones pueden ser aceptadas socialmente, como colocar pequeñas guías tras la pantalla que canalicen el conjunto de gomas negras hacia un lugar más discreto para que el centro de atención del salón no acabe convertido en una tienda de electrodomésticos de barrio. Una de las vulgares. Pero no es el utópico futuro inalámbrico que nos gustaría.
A día de hoy sigue sin ser posible montar un televisor que se alimente energéticamente de forma inalámbrica, como si fuese el mejor sueño de Nikola Tesla, y los complementos (set-top-box, videoconsolas, decodificadores...) siguen requiriendo de una conexión física, de un cable. Pero Samsung tiene un plan, y es el mejor que hemos visto hasta ahora en la titánica e ingrata tarea de eliminar cables del día a día. Lo basa en un hub conectado al televisor que concentra conectors: set-top-box, videoconsola, decodificador... Fue anunciado durante el CES, y ahora, durante el Samsung European Forum, hemos podido verlo en acción.
Ese hub se conecta al televisor a través de un cable óptico semitransparente tan ridículamente fino como un cable de pesca, y además permite controlar a través de un único mando (One Remote) todos esos Xbox One, PlayStation 4, Apple TV, decodificador …