El Magic Mouse, el ratón oficial de Apple, lleva un lustro sin actualizarse, más allá de aquel cambio que le extirpó las pilas de una vez por todas a favor de una batería recargable. Desde aquel primer mouse fabricado en madera hasta la última iteración, poco ha cambiado nuestra forma de interactuar con él.
Algunos ingenieros lo han hackeado a favor de la usabilidad, pero el comportamiento se reduce al mismo: un trasto arrastrándose sobre una superficie reproduciendo movimiento sobre un plano bidimensional de dos ejes (X e Y). Las Apple Vision Pro contradicen esta lógica y presentan un nuevo paradigma: movimiento sobre tres ejes (X, Y y Z) y cero "erosión" tras el uso continuado.
"Hacer la pinza": el Magic Mouse es ahora una magic hand
Invariablemente, la primera vez que usas los Apple Vision Pro quieres tocarlo todo, usarlo como el iPhpne, arrastrar esas ventanas flotantes con tus manos. Y puedes, vaya que sí, pero al rato de tanto aspaviento te sentirás algo cansado. Y Apple prefiere que no uses así tus visores, aunque brinda opciones para ello.
La cultura popular nos ha transmitido ese mensaje. Desde 'Ready Player One' a 'Los juegos de Ender', pasando por 'Minority Report', el audiovisual nos ha instaurado la idea de que para usar algo hay que elegir con los dedos. Los Vision Pro van más allá: solo tienes que mirar y confirmar con una especie de pellizco. El seguimiento ocular sabrá qué estás queriendo seleccionar.
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