El mercado de la telefonía móvil está cada vez más saturado. Muchas marcas han rebasado el umbral de los mil euros, pero por el contrario la lucha por los precios más apretados se extiende por todos los rincones del planeta. Presentados todos los terminales más potentes, quedaba por conocer la estrategia de uno de los pesos pesados de la industria, Google, que como cada año ha tirado de músculo para renovar su familia de teléfonos móviles inteligentes. Su nuevo juguete es el Pixel 4, un modelo que apuesta por una doble cámara y un original sistema de control de gestos.
Bien enterrada la gama «Nexus» que hace años puso de relieve la necesidad de productos accesibles, el gigante de la tecnología ha fiado su estrategia a la categoría «Pixel». Y, sobre todo, a dos factores: el sistema operativo Android «limpio» y a sus potentes cámaras. La compañía ha querido marcar un punto de inflexión en su evolución incorporando dos cámaras en su parte trasera. Una medida, sin embargo, explotada por otros fabricantes anteriormente, entre los que se encuentran Samsung, Huawei y el mismísimo Apple.
La firma estadounidense ha presentado este martes su nuevo terminal que, sobre el papel, entra directamente en la batalla por la «mejor cámara móvil» del mercado en esta temporada en la que se ha consolidado la cámara triple. Este nuevo móvil viene después de la buena respuesta que tuvo el
Pixel 3a
lanzado en mayo, un móvil de gama media que dejó clara la intención …