Una historia clásica, llena de fantasmas, secretos, sangre y una casa fascinante que casi parece un personaje más. Así es 'La cumbre escarlata' o 'Crimson Peak', la cinta dirigida por Guillermo del Toro y protagonizada por el siempre carismático Tom Hiddleston que fue nominada a mejor película de terror, pero que ha estado infravalorada por el público durante un largo tiempo.
Visualmente deslumbrante, narrativamente cliché
Guillermo del Toro siempre se ha distinguido por su sello personal: escenarios lúgubres, historias de fantasmas, emociones bien pensadas y una historia para el recuerdo (más que para sustos). 'La cumbre escarlata' nos transporta al clásico horror victoriano, y se nota tanto en los escenarios como en el vestuario donde es deslumbrante y apasionante. Pero hemos de aclarar que de sustos tiene pocos, y que la historia está llena de clichés ya vistos.
El problema con la cinta, es que a pesar de que Guillermo del Toro es un apasionado de lo fantasmagórico, el relato recae en los lugares más comunes del cine de horror, haciendo que la historia parezca más cuento para niños pero bien ambientada, sonorizada y apropiada para el espectáculo que quiere dar.
El elenco también es destacable, Tom Hiddleston y Jessica Chastain son el alma de la película, tienen un guión más profundo y desarrollado que ayuda a la sinergia emocionante del filme, y es que ese es precisamente el sello de Guillermo de Toro: un espacio que roza la poesía, un recuerdo …