Durante quince largos años, que se dice pronto, el protocolo WPA2 ha sido la base para dotarle de protección a las redes inalámbricas. El router WiFi de toda la vida, vaya. Un estándar que se ha mantenido casi intacto desde su aprobación, pero pese a ser el más extendido, se ha revelado como inseguro. Sin ir más lejos, hace unos meses un grupo de expertos logró romperlo, poniendo en entredicho sus capacidades, después de localizar un agujero que se había mantenido sin corregir durante una década. Lo bautizaron como Krack.
Su sucesor, WPA3 -Wi-Fi Protected Access, por sus siglas en inglés-, viene a plantar la semilla de la seguridad en un entorno de hiperconectividad casi absoluta y con la irrupción de los dispositivos conectados que se enmarcan dentro de esta era llamada «Internet de las Cosas». En el 2020 habrá más de 50.000 millones de aparatos conectados a internet. La antesala de mayores temores y riesgos en seguridad informática.
WiFi Alliance, organización sin ánimo de lucro que se encarga de desarrollar el estándar de esta tecnología inalámbrica, ha aprobado la versión definitiva y la certificación técnica del protocolo WPA3, la próxima generación de seguridad de redes WiFi. A diferencia de la versión anterior, se han añadido nuevas funciones y características de cara a simplificar la seguridad de la WiFi, permitiendo un sistema de autorización más solvente y con un sistema de cifrado de datos inviolable a día de hoy. El nuevo sistema ha puesto el foco en la protección …