La versión 4.7.0 y 4.7.1 de WordPress venía con problemas, así como muchas de las anteriores. Aunque la compañía lanzó hace pocos días un parche para solucionarlo (el 4.7.2 para la versión nueva), mucha gente no prestó atención, y los hackers aprovecharon para entrar en miles de sitios y blogs editando contenido e inyectando anuncios