Cualquiera que haya intentado integrar dispositivos de diferentes marcas en su hogar sabe lo frustrante que pueden ser lidiar con las limitaciones que los fabricantes nos imponen, de manera artificial, limitaciones que fuerzan a los usuarios a adoptar costosos ecosistemas cerrados o a resignarse a una experiencia de escucha mejorable.
Eduardo Vicent, en su artículo "Un reproductor para librarse de las tinieblas" (segunda entrega de su 'Pequeña Guía tinkernet para Reapropiarnos de la Música'), pone ejemplos concretos de este problema:
"Muchas veces hay limitaciones e incompatibilidades difíciles de entender, como que Google Home nos permita controlar el dispositivo pero no usar Chromecast para hacer stream [...] la experiencia se termina convirtiendo en una suerte de excel en la que tienes que ir comparando opciones...
...si uso Airplay en Android, no puedo usar lossless. Si uso PLEX, puedo hacer stream en DLNA, pero pierdo calidad de sonido y funciones de reproducción. Si uso Subsonic o Navidrome, dependo de BubbleUpNp o Symfonium, que es absolutamente inoperante, para 'castear'. No puedo usar Chromecast pero, si le conecto uno, entonces tengo 'lossless' pero me obliga a tener la tele encendida, o apagarla cada vez".
En Genbeta
Pidió el firmware de su lavadora averiada al fabricante, y se negó. Así que la hackeó: el 'derecho a reparar' está de su lado
Estas restricciones, a ojos de Vicent, no son casuales: las empresas buscan empujar a los consumidores hacia servicios de suscripción …