Hace 26 años, en 1995, tuvo lugar un evento que revolucionó el incipiente sector del desarrollo web: el nacimiento de la pila LAMP; es decir, del uso combinado de sistemas Linux equipados con el servidor Apache, bases de datos MySQL y el intérprete de PHP.
El problema es que exigía un gran uso de memoria y CPU en una época en que ambos recursos se medían aún en megahercios y megabytes. Ben Johnson, creador de Litestream, rememora en su blog esta época y la evolución posterior del sector, y se hace a raíz de eso una pregunta:
"Pero, si la Ley de Moore nos prometió un futuro mejor en el que las computadoras se volvían exponencialmente más rápidas [...], ¿por qué necesitamos más computadoras que nunca?".
La complejidad empieza a crecer
De lo que Johnson habla es del surgimiento de la arquitectura n-tier, que llevó a la separación física de niveles entre cliente, servidor lógico y servidor de datos, en una búsqueda de que la lentitud de procesamiento de PHP o Ruby no repercutiera sobre el rendimiento de las bases de datos SQL.
Esta arquitectura de 'n' niveles suena simple al principio, pero contiene una complejidad oculta:
"En una sola máquina, podríamos a nuestro servidor memoria caché para acelerar las solicitudes, pero ahora los datos se comparten entre varias máquinas, por lo que debemos agregar un servidor memcached o Redis para compartir datos almacenados en caché".
"Los servidores de bases de …