Tras una primer prueba realizada en el mes de agosto para capturar y eliminar objetos en órbita, Rocket Lab se prepara para realizar su siguiente paso con la misión Astroscale, en la que deberá encontrarse con un cohete usado en órbita terrestre baja como primera etapa para desorbitarlo eventualmente.
Para esto en 2023 se lanzará la nave espacial Active Debris Removal by Astroscale-Japan (ADRAS-J), quien partirá desde el Complejo 1 en Nueva Zelanda, que se reunirá e inspeccionará la etapa superior de un lanzamiento japonés. Esta misión, forma parte del Proyecto de Demostración de Eliminación Comercial de Escombros (CRD2), una de las primeras demostraciones de tecnología del mundo para eliminar desechos a gran escala de la órbita.
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La primera parte de la misión requiere una inserción orbital precisa para que la ADRAS-J pueda alcanzar la primera etapa del cohete, que se encuentra viajando a unos 27,000 kilómetros por hora y una vez lo haga, utilizará cámaras además de LiDAR para acercarse hasta 100 metros de distancia. Con esto, la compañía busca demostrar sus capacidades para operaciones de proximidad, además de obtener información del cohete y entregar datos sobre el estado de los escombros.
Por otro lado, para la segunda fase se tiene previsto realizar el procedimiento de desorbita de los desechos, pero hasta el momento no hay información sobre cuál será exactamente el procedimiento a seguir. Por lo pronto, para poder llegar a los escombros …