Los primeros juegos de Resident Evil se caracterizaron por su cámara fija, algo que Capcom implementó debido a las limitaciones del hardware, pero que aprovecharon para crear una atmósfera terrorífica como nunca se había visto antes. Ahora, casi dos décadas después, los remakes de RE2 y RE3 han llevado a la modernidad estos ambientes, sin embargo, los fans aún no están listos para despedirse de la cámara fija.