A medida que internet ha hecho de las suyas, los servicios en «streaming» han conformado una industria potente que apuesta por albergar contenidos y distribuirlos sin soportes físicos. Los videojuegos en la «nube» están a punto de despegar. La guerra por subir el ocio electrónico a esta forma de consumo ha tenido su primer disparo de salida: la presentación de la nueva consola de sobremesa de Microsoft que sucederá a la Xbox One.
Será la cuarta consola de la familia e inaugurará, además, la novena generación de la historia. El formato «streaming», por tanto, será el caballo de batalla del futuro de las nuevas plataformas. Durante su conferencia de este domingo en la feria E3, el gigante del software estadounidense encaró los detalles de un equipo que, por el momento, se llamará «Project Scarlett». Llegará a finales de 2020 coincidendo con la campaña navideña, uno de los periodos con mayor actividad económica.
De esta manera, la plataforma permitirá subir los contenidos a la «nube» y, además, dejar la posibilidad al videojugador de consumir los videojuegos desde cualquier sitio como ya sucede en el mundo de los contenidos audiovisuales gracias a servicios como HBO o Netflix. La compañía, en la actualidad, dispone de un herramienta pensada para este objetivo, Game Pass, pero su próximo desafío es lograr una mejor experiencia, además de ofrecer un salto visual aún más impresionante.
De ahí que los primeros detalles apunten a una consola aún más potente y veloz. El rendimiento de la consola …