La expectación creada a nivel global de por la tienda sin cajeros de Amazon, Amazon Go, ha «eclipsado» en parte los esfuerzos de otro gigante de las cadenas de establecimientos en Estados Unidos, Walmart, que no se está quedando con los brazos cruzados. Aunque mucho menos espectacular (y con un marketing más modesto), 2017 ha significado para la compañía la toma de contacto con las nuevas tecnologías, revolucionando el trabajo de los dependientes y de la percepción tradicional de los clientes, dándoles la bienvenida a la tienda del futuro.
A finales del pasado año, la firma introdujo robots de escaneo de estantes, una especie de «máquinas reponedoras» que se encargan de identificar cuándo los artículos están agotados, localizar precios incorrectos y detectar etiquetas incorrectas o faltantes. Además, con su medio metro de altura, patrullan los pasillos, vigilando que todos los productos estén en su sitio (avisa a un empleado humano si se da el caso de que la sección de chocolatinas está desordenada, por ejemplo) y actualizan el inventario para que los clientes que opten por la compra online sepan si el producto que han escogido se encuentra o no en los estantes de su tienda.
Al principio se pensó en una especie de mezcla entre «coches teledirigidos» y robots de goma espuma, con señales lumínicas que indicaban a dónde se dirigía la máquina, a semejanza de los vehículos. Sin embargo, la confusión en los pasillos de Walmart fue generalizada, así que se optó por indicar con sonido …