Por Borja García para Think Big. Con la automatización y el despertar de los coches eléctricos algunos de los países productores de petróleo como Noruega o Arabia Saudí ya están cambiando sus estrategias de inversión de cara a los vuelos del futuro.
La Organización de Aviación Civil Internacional estima que, para 2050, las emisiones generadas por las aeronaves se podrían triplicar en volumen. Además, según la Comisión Europea, alrededor del 4% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo pertenecen a los aviones. Los gobiernos reconocen los peligros de este fenómeno, por eso es tan relevante la innovación y concienciación de los aviones eléctricos. Este tipo de aeronave ha surcado los cielos desde la década de los 70, pero nunca se le ha dado la importancia que tenía hasta nuestros días.
En 1986, Burt Rutan realizó el primer vuelo sin paradas y sin combustible del mundo, pero no fue hasta 2008 cuando el vehículo de motor eléctrico experimentó un renacimiento provocado por la bajada de los precios. Ahora, en 2018, 10 años después, se vuelve a imponer esta tecnología con el objetivo de ahorrar cerca de 1.400 millones de galones en combustible y reducir las emisiones de carbono.
Durante el verano de 2015, en los Alpes franceses, un avión batió siete récords mundiales. El avión biplaza escaló más de 20.000 pies en menos de dos minutos, y alcanzó velocidades de hasta 228 km por hora. Voló sin parar durante 482 km. Para ello el avión utilizó un motor totalmente eléctrico …