Recientemente, tuve acceso a dos libros en inglés sobre el Silicon Valley del 'boom' de la industria tecnológica, previo al reajuste que constituyó la 'burbuja de las puntocom', cuando los grandes empresarios que hoy están ya retirados y dedicados a la filantropía (o incluso que, lamentablemente, han fallecido) eran jóvenes y ambiciosos programadores que copaban las portadas de las revistas de negocios.
Los libros en cuestión eran 'In the Company of Giants: Candid Conversations & the Visionaries of the Digital World' y 'Hard Drive: Bill Gates and the Making of the Microsoft Empire', y ambos ofrecen algunas claves interesantes sobre cómo terminó Bill Gates dedicándose a la informática, creando Microsoft junto a Paul Allen y desarrollando Windows… pese a que antes de dar ese paso se planteó vocaciones muy diferentes.
En un momento dado, Gates afirma "Yo mismo, aunque había estado estudiando y trabajando con software desde los 13 años y me convertí en un desarrollador fantástico…".
Más allá de la constatación de que nuestro protagonista 'no necesita abuela', el dato es interesante porque luego aclara que la temprana dedicación de Gates a la informática a los trece años estuvo a punto de verse cercenada por consejo paterno:
"En noveno curso [14-15 años] mis padres dijeron: '¿Por qué no dejas estas cosas?' Así que lo hice. Simplemente, me fui e hice otras cosas... ciencia, matemáticas. Había una cantidad infinita para leer. Hubo al menos nueve meses allí en los que no hice nada con las computadoras".
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