BMW no está dispuesto a perder terreno en el mercado estadounidense. La marca alemana ha informado a sus agencias que asumirá los costos adicionales derivados de los nuevos aranceles del 25% impuestos por el gobierno de Donald Trump a los autos importados desde México, según información de Wall Street Journal. La medida, que afecta a modelos como el Serie 2 y Serie 3 ensamblados en la planta de San Luis Potosí, busca evitar un aumento en los precios de estos vehículos, al menos hasta el 1 de mayo.
La decisión responde a la necesidad del fabricante alemán de mantener su competitividad en un mercado clave, donde estos modelos representan el 12% de sus ventas. Los aranceles anunciados en marzo afectan a los autos que no cumplen con los requisitos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo que significa que no todos los autos fabricados en México están sujetos al aumento de impuestos.
Sin embargo, en el caso de BMW, el impacto es directo, ya que el coupé Serie 2 y el sedán Serie 3 no alcanzan el porcentaje mínimo de contenido regional exigido por el tratado. Para mitigar el golpe, la marca ha decidido no trasladar el costo adicional a los concesionarios ni a los clientes, al menos por ahora. El plan de BMW es claro: ganar tiempo. Asumir el costo de los aranceles permite mantener estables los precios y evitar una caída en las ventas mientras la …