Llegó la ola de calor y las presas del Cutzamala nunca dejaron de estar en niveles críticos, no importando cuántos sobrevuelos se hicieron con el propósito de dispersar químicos que ayudarían a que lloviese sobre las presas que componen al Sistema Cutzamala. Los resultados no han convencido la visión que respalda que teóricamente la siembra de nubes es posible, así que ahora la Secretaría de Agricultura ha anunciado que el programa se fortalecerá en regiones del noreste y norte del país.
A pregunta expresa de la prensa el 21 de junio pasado, el jefe de gobierno de CDMX, Martí Batres, declinó de hacer comentario sobre por qué las presas del sistema Cutzamala seguían en niveles críticos pese al bombardeo de nubes. "Sería conveniente hacer la pregunta a la Comisión Nacional del Agua", dijo.
Uno de los grandes problemas con la siembra de nubes es que es imposible replicar las condiciones exactas de cuando se usa y, por lo tanto, su efecto es casi imposible de medir. ¿Habría llovido de no bombardear nubes? ¿Habría llovido menos? ¿O simplemente no habría hecho diferencia? Los pronósticos de lluvias nunca tienen el 100% de confiabilidad porque en las precipitaciones intervienen muchísimas variables de forma simultánea.
Resultados sin duda
Científicos y la propia Organización Meteorológica Mundial (OMM) han recomendado que la siembra de nubes se haga con extremo cuidado y siempre con reservas de su eficacia. En contrasentido, la Secretaría de Agricultura históricamente ha presumido con bombo …