Microsoft se reinventa continuamente y no porque su tecnología sea deficiente, sino porque el hardware avanza y lo que antes era una solución requiere ahora de un nuevo enfoque. Este parece ser el caso de OLE, que ahora se ha re-inventado como Fluid.
El entorno Fluid se describe como una serie de tecnologías que el desarrollador puede usar para crear una serie de “experiencias” basadas en el navegador, lo que permite que pueda salirse de una aplicación para usar una serie de componentes que hacen más simple reusar los contenidos entre las diferentes herramientas.
La tecnología desarrollada está basada en Microsoft 365, particularmente en aplicaciones como Word, Teams y Outlook. Además, se tiene ya cierto acceso a la inteligencia artificial y a bots que colaboran con el desarrollador directamente.
Para los viejos programadores, todo esto suena a lo que era OLE, que permitía incrustar en documentos, por ejemplo, fotos, dibujos o incluso archivos multimedia. La realidad es que todo parece ser una re-implementación de OLE pero sacando ventaja de los avances en hardware y software.
De acuerdo con Microsoft, hay tres beneficios cuando se usa Fluid:

La posibilidad de hacer algo que llaman coautor sobre la web y los contenidos.
Acceder a un modelo de documento que puede ser usado entre apps.
Y utilizar agentes inteligentes para trabajar con los seres humanos y realizar tareas como traducir textos.

Los agentes inteligentes, por ejemplo, hacen cosas como traducir frases en diferentes idiomas o sugerir fotos que deberían incluirse en un documento.
Todo esto quizás a muchos les parezca …