Desde hace cinco años, China arrastra su peor crisis de vivienda. De gran motor económico, este rubro ha pasado a convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el gobierno. Tanto que ha dado un ultimátum a las inmobiliarias "gravemente insolventes y sin capacidad de operar": enfrentarse a la reestructuración o enfrentarse a la quiebra.
Y es que ante la caída en las ventas del sector, aunada al acceso limitado al financiamiento para adquirir una casa, las compañías deben recurrir a medidas desesperadas para atraer compradores. Nos referimos a promociones tan extravagantes como pagos iniciales simbólicos de 9.9 yuanes (26.50 pesos), un iPhone de regalo, hasta participaciones de propiedad de jets privados con todo y capacitación para ser piloto.
Creatividad fuera de lo común
Como informa Nikkei, algunas de estas promociones surgieron antes del Año Nuevo Lunar. Es dicha fecha es común que cientos de millones de chinos vuelvan a sus lugares de origen o hagan algo de turismo nacional. Para los desarrolladores de viviendas, esta época es una en la que las personas pueden considerar comprar propiedades, y qué mejor que incentivándolos con obsequios o promociones como reembolsos en vuelos o la capacidad de usar productos agrícolas para reducir los pagos iniciales en provincias como Henan.
Pero, ¿qué hay detrás de estas tácticas? Según The Wall Street Journal, las compañías buscan sortear las restricciones gubernamentales sobre descuentos. Y es que, incluso con rebajas autorizadas de hasta el 15%, la demanda de …