Treyarch estrena su ciclo de desarrollo de tres años con Call of Duty: Black Ops III, el retorno de la subsaga que conquistó a los aficionados. Lo hace, además, introduciendo cambios en cada uno de los tres pilares del juego. ¿Merece la pena esta nueva entrega?Es difícil, si uno es fan de la franquicia Call of Duty, no recordar con cariño y una pizca de nostalgia el primer Modern Warfare, lanzado en 2007 y es difícil, sobre todo, porque todavía hoy sigue siendo uno de los mejores títulos de la historia de la saga y, más allá, uno de los mejores FPS jamás lanzados. Con la llegada de Call of Duty 4: Modern Warfare se establecieron las bases que, año tras año, han seguido decenas de FPS.
Igual que Call of Duty 2, otro de los títulos más destacados de la marca, dicha entrega había sido desarrollada por Infinity Ward, los que claramente parecían la principal potencia creativa de la franquicia, dejando a Treyarch en un segundo plano. Pero entonces, tras polémicas, demandas y despidos, el grueso creativo de Infinity Ward abandonaba el barco (crearían después Respawn Entertainment, estudio detrás de Titanfall) y el resto de títulos del estudio se convertían en meras continuaciones añadiendo aquí o allí (Modern Warfare 2 y Modern Warfare 3) o, directamente, en el peor Call of Duty hasta el día de hoy, Ghosts.
Mientras tanto, Treyarch siguió trabajando a buen ritmo y a un notable World at War (que incluyó algo tan querido hoy …