Seguramente recodarás que en 2016, un juego independiente bajo el nombre de Firewatch, causó bastante sensación por su precioso estilo visual y su intrincada narrativa que atrapó a todos a los que le pusieron las manos encima. El pequeño equipo de Campo Santo saltó a la fama y ahora, de manera bastante inesperada, ha pasado a formar parte de Valve, legendario publisher y desarrollador de cosas como Portal y Half-Life, el cual, actualmente domina casi por completo la distribución de juegos digitales para PC a través de la famosa plataforma Steam.