En un esfuerzo por proteger su industria automotriz, Canadá ha decidido seguir el ejemplo de Estados Unidos e imponer fuertes aranceles a los coches eléctricos chinos. A partir de octubre, los vehículos importados de China enfrentarán un arancel combinado del 106,1%, dificultando su entrada al mercado canadiense. Conoce cómo esta medida busca equilibrar la competencia en un mercado global cada vez más disputado.