Un estudio de Disney Research muestra que la carga inalámbrica está más cerca de lo que pensamos, con la transmisión en un entorno controlado de hasta 1.9 kilovatios de potencia.
Cargar el smartphone sigue siendo uno de los trámites diarios que más frustración produce. Sobre todo en aquellas situaciones en las que el usuario no desearía hacerlo, como cuando está fuera de casa y tiene necesidades muy intensas en consumo energético. No existen aún soluciones convenientes para salas de espera, y lo más inalámbrico que conocemos hasta ahora en el mercado requiere contacto. Sin embargo, según un estudio de Disney Research, la situación podría cambiar pronto.
La tecnología Quasistatic Cavity Resonance (QSCR) es la responsable del avance. Funciona mediante la inducción de corrientes eléctricas al interior de una habitación, cuyas paredes, suelo y techo se han recubierto de metal. Gracias a campos magnéticos generados, las corrientes eléctricas se extienden por el interior de la sala, donde bobinas pueden recibirlas al funcionar en la misma frecuencia de los campos. Para dirigirlas, se utilizan condensadores que eliminan a su vez el riesgo para la salud.Con QSCR fueron capaces de llegar a transmitir 1.9 kilovatios de potencia al receptor, con una pérdida de sólo un 10%, es decir, logrando una eficiencia de transmisión del 90%. Durante las pruebas también se comprobó la viabilidad de llevar a cabo algo así con personas o tejidos biológicos, y los responsables encontraron que la potencia absorbida por estos está dentro del umbral fijado por las autoridades, con lo …