La salud es lo primero. Es cierto, aunque nos acordamos de ella únicamente hasta que la perdemos. El deporte, el descanso o la alimentación son factores esenciales para conservarla. Por esta razón, muchos ciudadanos han empezado a experimentar con dispositivos electrónicos capaces de monitorizar su actividad física y el ritmo de estrés. Propuestas como los relojes inteligentes o pulseras de fitness han contribuido a ese boom de la salud electrónica, que las empresas tecnológicas quieren aprovechar.
Un nuevo estudio científico sugiere la influencia del uso de estos aparatos en la salud de las personas. El informe elaborado por la firma Rand Europe y en la que ha participado la aseguradora Vitality apunta a esta tesis; de las 400.000 personas analizadas, propietarias de dispositivos como Apple Watch, obtuvieron mejores análisis clínicos. Los expertos creen, incluso, que puede ser un condicionante para extender la esperanza de vida. Lo cifran en unos dos años, un dato, sin embargo, difícilmente comprobado en estos momentos por razones lógicas.
Aún así, los expertos se muestran optimistas en que el empleo de estos dispositivos motiva a los usuarios a realizar diversos ejercicios físicos. La razón, en parte, se encuentra en el esquema de recompensas por lograr completar un ejercicio. El estudio lo vincula directamente con un aumento en torno al 30% de los niveles de actividad física. En el caso del producto de Apple, esta función se localiza en la aplicación Actividad desde donde los usuarios pueden establecer retos y desafíos personalizados, así como compartir la …